EEEE DEL CENTRO DE SSCC DE MÁLAGA
09 y 10-02-13
Es
el momento idóneo para plasmar en unas líneas sensaciones, sentimientos y algún
comentario sobre los Ejercicios Espirituales que hace sólo unas tres horas
acabamos de concluir.
Deciros que
lo que aquí reflejo son impresiones personales mías y que por ello sean
demasiado subjetivas, pero necesitaba compartirlo con vosotros.
Durante día
y medio hemos estado reflexionando sobre el rostro de Dios; desarrollado en
jornadas profundas en las que nuestro gran acompañante ha sido la Biblia; ese
manual al que diariamente deberíamos dedicar aunque fuera un breve momento pero
que esta vida tan alocada que llevamos nos lo impide normalmente. Hemos
profundizado especialmente en los Salmos, haciendo especial hincapié en
aquellos en los que aparece la palabra Rostro.
Nuestro
recorrido y reflexión ha estado marcado por seis grandes bloques: “Buscad mi
rostro”, “ El rostro, espejo del alma”, “El rostro <oculto> de Dios”, “El
rostro <materno> de Dios”, “María, el rostro femenino y materno de Dios”
y por último “Jesús, el rostro humano de Dios”.
Comenzamos
ese estudio con una dinámica en la que durante 5 minutos estuvimos mirando la
cara de la persona que teníamos frente a nosotros, mirando sus ojos, cejas,
párpados, labios, orejas… para descubrir qué nos transmitía su rostro. Para mí
fue profunda y de todo lo compartido en la puesta en común me quedo con la
importancia de saber la gran expresividad de nuestro rostro continuamente y lo
que influye en los demás.
Y a partir
de ahí pasamos a analizar, reflexionar, pensar y estudiar las distintas facetas
que nos ofrece el rostro de Dios. Impresionante lo que puedes descubrir y
aprender escuchando a una persona docta y preparada como es nuestro director de
los EEEE, Manolo Rubio Vaquero. A la misma vez que lo escuchabas, hacías oración; ha conseguido calar en mí
aspectos de un Dios desconocido. Esto sumado a la lectura de los Salmos y del
Nuevo Testamento han logrado un clima de cercanía a Dios que ojalá pudiera mantener.
La noche del
sábado, después de la cena, algunos vimos la película “La pasión”; que para mí
ha sido otro momento fuerte. Sabía que era dura y por eso sus imágenes no han
provocado en mí nada que no esperara; pero sí que el papel de algunos
personajes, como el cirineo y María, me emocionaron en muchos sentidos, ví en
ellos actitudes preciosas frente al sufrimiento de Jesús y que me invitaban a
que yo me comportase de igual manera con la gente que sufre.
A esto hemos
dedicado nuestros EEEE. Y qué deciros; que vengo con el convencimiento de que
necesito momentos así, que necesito rezar más, que necesito escuchar más el
silencio, que necesito a mi Centro de Salesianos Cooperadores para vivenciar a
Dios, que necesito descubrir mi rostro y el vuestro para poder descubrir y
gozar del de Dios,,,,, y seguiría con
más necesidades. Pero también vengo gratificada, y doy gracias a Dios por
brindarme oportunidades como ésta y permitirme disfrutarlas.
En mi
recuerdo habéis estado permanentemente todos los que no habéis podido
participar, he rezado por vosotros y os he sentido cercanos.
Deseo que
estas vibraciones que me traigo perduren en el tiempo y le pido a Dios por
todos nosotros para que nos mantenga fieles a Él.
Quizás estas líneas no os sirvan de
nada, porque lo que sirve es la experiencia personal, otra de las grandes cosas
que me traigo aprendidas.
Con el deseo de que vivamos
profundamente esta Cuaresma para prepararnos a la Pascua, recibid un saludo
fraterno
Mª Ángeles Hernández.