CONSIDERACIÓN DE INICIO
A continuación comenzamos una dinámica para la reunión del próximo miércoles de nuestro centro de cooperadores. Es sencilla. Simplemente debemos leer tranquilamente el texto que tenemos a continuación y llevarlo a la práctica.
MEDITACIÓN
La palabra que titula este bloque no ha sido escogida al azar, no es una mera palabra que divide un bloque y otro. ¡Vuélvela a leer! Sí meditación, esto significa que nos predispongamos a recluirnos en nosotros mismos, a buscar en nuestro interior, a formularnos cuestiones y respondernos, o no; lo importante no es el camino sino ponernos en marcha, eso vamos a hacer.
PREPARACIÓN
Necesitamos veinte minutos de nuestro valioso tiempo, sólo veinte minutos, y vamos a hacer una actividad sencilla como es pensar. Para ello necesitamos:
-Buscar esos veinte minutos.
-Propiciar un ambiente relajado, tranquilo. (nos puede ayudar un poco de música de fondo)
-Y empezar con buen ánimo y con la mente descansada y abierta.
EMPEZAMOS A ANDAR
El año 2015 se presenta como una iniciativa preciosa a nivel salesiano. Celebrar el bicentenario de la muerte de Don Bosco es una encrucijada en la que como cristianos y salesianos podemos: meditar, pensar, proyectar, planear, preguntar….. muchos verbos para lo que es más que una efeméride.
Don Bosco se revela como un enviado de Dios, una propuesta a seguir, acercarse a su vida trasciende de lo meramente biográfico para convertirse en una propuesta de vida. Estamos ante un momento que va más allá de lo meramente salesiano para convertirse en un hito cristiano. Don Bosco hombre de Iglesia, incansable trabajador por el Evangelio, personalidad multiforme nos interpela desde distintos puntos de vista; sale a nuestro encuentro, nos mira a los ojos y nos invita no sólo a seguirle, a imitarle, sino a hacer de su ejemplo una propuesta de vida evangélica.
De su personalidad multipolar se pueden extraer innumerables consideraciones: decisión vocacional, apuestas decididas, convencimiento ante las expectativas que se generaban…. Podríamos enumerar incontables caras de la figura poliédrica de Don Bosco, sin duda todas ciertas y dignas de ser tratadas, pero hoy trataremos de descubrir cuál puede ser una de las claves de su éxito, de su resolución ante la vida, de su individualidad arrolladora.
Para ello nos vamos a centrar en una palabra maestra: CONFIANZA.
Dios siempre utiliza el verbo, la palabra: “En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres” (Jn 1, 1-4) Pues bien estudiemos esa palabra y la fuerza que tiene.
CONFIANZA
“El señor es mi luz y mi salvación a ¿Quién temeré? (Salmo 27) Dios nos va enviado constantemente mensajes que inspiren nuestra confianza en Él. Si confiamos nada se nos resistirá, todo problema podrá ser resuelto, como Don Bosco podremos ser fuertes y robustos en la humildad. Veamos de qué manera nos habla Dios de la confianza.
Y ACONTECIÓ después de estas cosas, que tentó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos mozos suyos, y a Isaac su hijo: y cortó leña para el holocausto, y levantóse, y fue al lugar que Dios le dijo. Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vió el lugar de lejos. Entonces dijo Abraham a sus mozos: Esperaos aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí, y adoraremos, y volveremos a vosotros.Y tomó Abraham la leña del holocausto, y púsola sobre Isaac su hijo: y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos. Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos. Y como llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y púsole en el altar sobre la leña. Y extendió Abraham su mano, y tomó el cuchillo, para degollar a su hijo. Entonces el ángel de Jehová le dió voces del cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; que ya conozco que temes a Dios, pues que no me rehusaste tu hijo, tu único; Entonces alzó Abraham sus ojos, y miró, y he aquí un carnero a sus espaldas trabado en un zarzal por sus cuernos: y fue Abraham, y tomó el carnero, y ofrecióle en holocausto en lugar de su hijo.(Gen, 22. 1-13)
Abraham fue puesto a prueba por Dios, a dura prueba. Meditemos en silencio este pasaje del Génesis. Nos podemos formular en la meditación algunas preguntas, estas u otras:
-¿Aceptaríamos la prueba?
-¿Nos rebelaríamos?
-¿Nos abandonamos en Dios ante la prueba?
Prosigamos el camino.
En este primer pasaje del Antiguo Testamento Dios es exigente y radical, conceptos apartados en nuestra socieada de visión light. Hemos visto la confianza desde la prueba y desde la radical aceptación de Dios, ahora la veremos desde la infinita misericordia, desde la presencia permanente y eterna:
Subió a la barca y sus discípulos le siguieron. De pronto se levantó en el mar una tempestad tan grande que la barca quedaba tapada por las olas; pero él estaba dormido. Acercándose ellos le despertaron diciendo: «¡Señor, sálvanos, que perecemos!» Díceles: «¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?» Entonces se levantó, increpó a los vientos y al mar, y sobrevino una gran bonanza. Y aquellos hombres, maravillados, decían: «¿Quién es éste, que hasta los vientos y el mar le obedecen?» (Mt 8, 23-27)
Meditemos
-¿Duerme Dios?
-¿Nos abandona Dios?
-¿Dudamos de Dios?
ALTO EN EL CAMINO
Descansemos un poco, son muchos los conceptos que bullen en nuestra cabeza, pongamos orden. Respiremos con profundidad y conciencia de que lo hacemos.
RETOMEMOS
Hasta ahora hemos visto que la confianza es una esperanza firme en un Dios que nos interpela, pero también requiere ciertas dosis de sacrificio, de actitud adulta como cristianos, veamos el siguiente pasaje:
Fue probablemente a la tarde siguiente cuando Margarita no pudo más. Los muchachos se habían ido a dormir, y ella tenía como siempre ante sus ojos un montón de ropa para remendar: al pie de la cama le dejaban la camisa rasgada, los pantalones descosidos, los calcetines agujereados. Y ella tenía que apañárselas junto a la luz del candil, porque los muchachos no tenían otra prenda que ponerse a la mañana siguiente. Don Bosco, al lado, le ayudaba a remendar los codos de las chaquetas y a componer los zapatos.
Juan, -murmuró de repente- estoy cansada. Déjame volver a I Becchi. Trabajo de la mañana a la noche, soy una pobre vieja, y esos muchachotes lo destrozan todo. No puedo más.
Don Bosco no contó ningún chiste para levantarle el ánimo. No pronunció una palabra: no la había para poder consolar a aquella pobre mujer. Sólo hizo un gesto: le señaló el crucifijo colgado en la pared. Y la vieja campesina entendió. Inclinó su cabeza sobre los calcetines agujereados, sobre las camisas desgarradas y siguió cosiendo. Nunca más pidió volver a casa.(Memorias Don Bosco)
Sólo desde la plena confianza en Dios, podemos entender el sacrificio y nuestra humanidad. Don Bosco nos da esta insuperable lección de confianza a través del crucifijo. Él confió, desde los nueve años, sabía que su vida tenía un por qué y para qué, se sentía instrumento de Dios para la salvación de los jóvenes. Se hizo grande por su plena confianza en la providencia, porque sabía que nunca sería abandonado, que Dios nunca dormía.
-¿Nos hemos sentido interpelados por Dios alguna vez?
-¿Confiamos?
EPÍLOGO
Don Bosco es ante todo un ejemplo de cristiano, con fe, con confianza y con la fuerza que deviene de esa condición consciente de que Dios todo lo puede. Don Bosco siempre con espíritu alto porque supo tener confianza, en Dios y en la Madre : Confiad en María Auxiliadora y veréis lo que son milagros.
Sobre Don Bosco 2015 por Diego Aragón, salesiano cooperador y presidente de Antiguos Alumnos en Málaga
Qué gran tema, pena que me vaya a perder la reflexión de la reunión, pero prometo reflexionar sobre todas las cuestiones que plantea Diego durante esta semana. Estoy convencida que somos interpelados permanentemente por Dios, por Jesús, y por supuesto por Don Bosco; pero ¿cuál es nuestra respuesta?, creo que sólo hay una: la fidelidad a nuestra vocación.
ResponderEliminarMª Ángeles.